Un día del mes Julio, Camelia. Caminaba por las calles de la ciudad. Iba rumbo a sus clases de tango. Cuando entro a su diaria clase, vió al fondo de la sala, un hombre que llamo su atención. Era alto, fornido, de fina estampa, de mirada profunda.
Lo miro de reojo, y él se acerco y le dijo:- Hola hermosa dama, ud me podría explicar en que paso van?. Ella responde :- Si claro, vamos en las milonguitas y sanguchito. Ella le ayudo y se dejo llevar, se notaba que el habia bailado antes, por que la llevaba muy bien en el baile, ya que en tango el hombre es el que guía a la dama, ella obdece. Camila se sintío en el aire. Fue un éxtasis, estar en sus brazos. A la semana siguente, ella emocionada por reencontrarse con su bello galán. Al entrar a la sala se dá cuenta que no estaba. Se sentó apesumbrada, se colocó los zapatos de baile. Cuando levanta la mirada, se dá cuenta que el se acerca por el pasillo. Ella baja la mirada y sonrie levemente.
Un día mientras caminaban, por esas calles áridas y frias,la invita a un lugar. A uno de esos lugares tránsfugas, ocultos, de mala muerte, con mucho olor a cigarro y alcohol. Ahi lo vió y cuando miró sus ojos se encontro con la pasión que habia en él.
La curiosidad se denotaba en su mirada. En el momento que ella iba a preguntar donde se encontraban, empieza un son de tango, el tema UNO se escuchaba de fondo. Ella sintió ansiedad de bailar.El, la toma por la cintura, la aprieta contra su cuerpo, y ella se prepara a danzar. Todo era mágico, soñado .
Era el momento ideal, para encantar a aquel hombre con que ella había soñado bailar.
Paso a paso sintío como su cuerpo vibraba de pasión.
El calor de sus manos, el olor de su perfume la hacían volar.
Ya no había música de fondo, el ruido se había disipado.
Entre pasos base, milonguitas y trenzados e lo llevaron toda la noche.
Pero, como la vida no es un sueño, en ese instante, el le zuzurra al oído algo, que la hac detener.
Y como de un golpe se le viene toda la relidad encima.
Le dice, Soy gay, a ella se le transformo la cara, trató de discimular. lo mejor que pudo.
Salio corriendo, con los ojos atestados de lágrimas y con el corazón de trozado en mil pedazos.
